La sociedad wayuu presenta una estructura compleja, es de carácter matrilineal y clánica, teniendo unos 30
clanes. Cada uno con su propio territorio y su propio animal totémico. Existen
todavía las autoridades tradicionales, y existe una forma específica de
administrar justicia, las figuras de los putchipu que son los
portadores de la palabra y también los que ayudan a resolver conflictos entre los clanes. Dentro de la familia
extendida, la autoridad máxima le corresponde al tío materno,
que es quien interviene en todos los problemas familiares y domésticos.
Dentro de la familia nuclear, los hijos son dirigidos prácticamente por
el hermano de la madre y no por el propio padre biológico. La mujer tiene un papel muy importante se puede
decir que es la conductora y organizadora del clan y políticamente son muy
activas en su sociedad, son también muy activas e independientes.
Matrimonio: El matrimonio siempre se contrae con una persona de otro linaje uterino, con la
particularidad de que implica, por parte de los padres del hombre, el pago de una dote a los padres de la mujer. Los wayuu practican ocasionalmente la
poligamia, que constituye un marco de prestigio. Dentro de la sociedad wayuu,
las mujeres desempeñan un importante papel social.
Ritos: Los wayuu tienen shamanes masculinos y femeninos, quienes
para sus curaciones utilizan las técnicas tradicionales: canto con maraca, uso de
tabaco, succión de los elementos patógenos, etc.
Ritos funerarios: Los huesos del difunto se colocan en una urna
funeraria y las mujeres deben bañar al difunto. Se realizan dos entierros.
Las mujeres, además del cuidado de la casa y de los niños, dedican su
tiempo a la confección de objetos artesanales, tejidos en telar y crochet; las
hamacas tejidas en telar y decoradas con dibujos de flores o de plantas de
brillante colorido, y los bolsos multicolores tejidos a crochet, por su excelente
calidad, son los renglones artesanales más apreciados para la venta, y por los
que se pagan elevadas sumas.
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